martes, 24 de febrero de 2009

Cata de whiskies escoceses en Edimburgo

Una buena forma de aterrizar en Edimburgo es con una cata de whiskies. 
Unas pinceladas introductorias sobre esta bebida alcohólica:
- Nombre: proviene del término uisge beatha que significa "agua de la vida" ("water of life").
- Whisky en Escocia y whiskey en Irlanda. El auténtico Scotch Whisky debe: ser destilado en Scotland y madurar un mínimo de 3 años en barriles de roble. 
- Blended: mezcla (de cereales) y con un proceso de elaboración más sencillo vs. Malt: un solo tipo de cereal (generalmente cebada). Por ello, se cotiza más (en valor y consecuentemente precio) este último. 
Tras esta pequeña introducción ya podemos probar distintos tipos para descubrir esas diferencias de composición y antigüedad para valorar y apreciar la calidad e importancia de su materia prima, procedencia y proceso de elaboración. 

Encontramos en una amplia y larga mesa de madera oscura con todos los utensilios ordenada y minuciosamente dispuestos enfrente de cada participante: 5 copas así: 
  cuello corto (para que la mano le de calor al líquido y así, aroma y sabor crezcan), de ancho (para que se pueda mover bien -tipo el vino tinto, darle vueltas-) a estrecho (el olor vaya a la nariz y no salga a los oídos -dicho por el profesional! lol-). Todas ellas tapadas por un pequeño disco de cristal para que los olores no se mezclen y acabemos mareados antes de empezar, además de confundir los aromas de cada tipo de whisky. 
Una pequeña jarrita de cristal con agua, por si queríamos degustar el whisky añadiéndole un chorrito, pues el sabor cambia sustancialmente y está permitido hacerlo (no es un sacrilegio)
Un vaso de agua (para limpiar el paladar entre tipo y tipo). 
Un vaso de cerveza (en caso de que se prefiera hacer pausas entre tipo y tipo con la misma). Sí, la cerveza es un buen complemento del whisky; es popularmente conocido el "whisky chaser", un tragito de whisky, un tragito de cerveza... y así sucesivamente.
Un platito con un tipo de galleta de cereales (ni dulce ni salada, más bien insípidas :s).
Los platos que se describen a continuación salieron gradualmente a medida que evolucionaba la cata. 
Un platito de tostas de salmón ahumado sobre un queso suave y cremoso. (con el tercer whisky)
Un platito de chocolate con leche. (previo al 4º whisky)
Un platito de chocolate negro. (previo al 5º whisky)
Añadir que gracias a la presencia de dos españoles (Jaime y yo) que trajimos lomo y jamón serrano, se aderezó mejor la cata (volaron!). 

Todos los utensilios para el proceso estaban a nuestro alcance, pero ¿cómo emplearlos?
1º observar el color del whisky
2º darle vueltas en la copa (al igual que el vino, llora; a más lágrimas, más calidad).
3º oler con los ojos cerrados (el resto de sentidos, al faltar este, se agudizan más). Importante: dejar entrar el olor suave y largo, lo apreciaremos mucho más. 
4º probar y disfrutar
5º volver a probar (suele ser más exitosa esta segunda toma de contacto).

Nuestros 5 whikies fueron muy variados y completos:
1º Un "blended" de Whyte & MacKay de poco más de 5 años, a 13 libras la botella con un 40% de alcohol. Un whisky muy común, barato y estándar. Vamos, un aterrizaje suave por el mundo de los whiskies. 
 
2º Encontramos una joya en esta segunda prueba. Un whisky de la "Lowland" de Escocia (donde se encuentran Glasgow y Edimburgo, entre otras ciudades), de una destilería llamada St. Magdalene, que dejó de fabricarse en 1983, con el cierre de la misma. Tenía cierto gusto a Jerez (seguramente por los barriles, ya que hace años muchos barriles de roble español, utilizados para nuestro Jerez, se enviaron a Escocia). Su edad es de 26 años (más viejo que yo!!) lo cual está muy bien. La botella cuesta la friolera de 106.5 libras y tiene un 52.7% de alcohol. Es un whisky peculiar, casi único (sólo hay 240 botellas en todo el mundo). A mí, el que más me gustó. 
 
3º El más viejo de los que probamos, con 34 años de edad. La destilería que lo fabricó, North of Scotland, tampoco existe en la actualidad. Su producción fue mayor y deben haber aún, 5000 botellas, a un precio de 39 libras cada una. Tiene un 52.3% de alcohol y su sabor recuerda a los frutos secos (avellana, sobretodo) y a madera. Fue el que más le gustó a Jaime. 
 
4º Previo a este whisky, un poco de chocolate con leche para preparar nuestras papilas gustativas. Whisky de Springbank, cerca del mar. Su sabor es ahumado y es que, algo tiene que influenciar la geografía en las costumbres... Escocia está tan al norte, tiene fuertes vientos y está rodeada de mar que posee una gastronomía rica en pescados y ahumados. Influencia llevada también a sus bebidas. Este whisky contaba con 15 años de edad y un precio de 43 libras la botella.

5º El último whisky también fue precedido de chocolate, pero en este caso negro. Laphroaig es uno de los whiskies más conocidos de Escocia. Esta destilería, ganadora de premios (el último en 2007) está cerca del mar y es toda una institución en Escocia. Tiene 15 años y cuesta 49 libras la botella, con un 52.7% de alcohol. Tenía el sabor más peculiar y para los que realmente saben y aman el whisky, es toda una delicia. Lástima que no fuera mi caso : )
 

Por último, como sé que a estas alturas de la lectura apetece un whisky para probar, conocer y experimentar sabores y vivir recuerdos, un par de consejos a la hora de comprarlo.
1. Chill filtered
2. No E105a (colorante artificial, también llamado "caramel")
3. De un único barril (single cask)
4. Cask strength (>40% alcohol)
Hay términos que no se pueden traducir al español. Por eso, y porque donde mejores whiskies se encuentran son allí (os animo a que vayais), lo dejo en inglés, que es más útil. 

1 comentario:

dtordable dijo...

Me ha encantado el artículo Vicky. Mira que no soy de Wiskyk, pero por cómo los describes me está apeteciendo, y son las 9 de la mañana. En cualquier caso soy más de ron, pero cuando vaya a ver al Jaume, haré la cata, lo prometo.